(Y de los amigos, los mundiales de fútbol, el mate, el cabildo y la casita de Tucuman, el Club Universitario... y otras instituciones)
El lunes 19 (este blog sale cada vez mas en diferido) llegamos a Philadelphia, a la casa de Penny. Su marido y los dos hijos mayores están de viaje, así que solo conocimos al mas chiquito: Yosef.
Sí, nuestros hijos se llaman igual, solo que el mío en español y el de ella en hebreo.
Entraron rápidamente en confianza ...igual que Penny y yo.
A Penny la conocí en Bahía, en 1994. Ella había viajado a Argentina a aprender español y conocer un poco, y me la presentaron para que la lleve a dar una vuelta. Llegó en pleno Mundial USA 94. Penny no podía entender cómo algo que estaba pasando en su país (y de lo que ella ni se había enterado) podía mantener a todas las personas permanentemente hablando del mismo tema, y las calles vacías a la hora de los partidos.
Dimos mucho mas que una vuelta Penny y yo ese mes :).
Ademas del mundial, Penny , que era vegetariana, me acompañó a cuanto asado la invité , bailó cumbia con los estudiantes de agronomía en Uni, tomó con ellos 'chupa y pase' , y --aun cuando en USA tomar del mismo vaso es impensable-- tomó mate hasta con el peón de un campo en Tornquist. Se hizo fan de los domingos en el Club, descubrió el Gancia con limón, y aprendió a cantar "Con una rubia en el avión..."
Justo cuando llegó fue el atentado a la AMIA. Siendo judía y americana, la impactó mucho. Recuerdo que me contó que fue a la manifestación que hubo en la calle, y que la emocionó la cantidad de gente que había caminando en silencio, judíos o no, pidiendo por la paz.
Cuatro mundiales y cuatro hijos después (ella tiene tres; hijos, no mundiales) aquí estamos, juntas en Philly.
Bueno, en realidad acá estamos juntas el año pasado, en el US Open...pero es que me olvidé de sacarnos una foto juntas en PHiladelphia.
Philadelphia.
La ciudad donde se declaró la Independencia y se firmó la Constitución de los USA.
Liberty Bell, Independence Hall, Constitution Center...
Tradiciones que me gusta que mi hijo conozca, ya que tienen que ver con la historia de su país. Claro que a la hora del tour histórico me di cuenta que me acuerdo tanto de lo que estudié de US History en el Juan XXII como de la casita de Tucuman de los Billiken. Dos renglones.
Atribuí mi falta de memoria a los 40 grados centigrados de sensación térmica que hacían (y no a que tengo 40 años y hace 20 que cursé esa materia) y continuamos alegremente el tour de la parte histórica de la ciudad.
Suerte que hay unos bancos en los que te sentas y unos guías te cuentan la historia de lo que estas viendo.
Y otros que ponen a los turistas a actuar, representando las batallas contra los ingleses por la independencia.
Independence Hall (aquí se declaró la independencia el 4 de julio de 1776 )
Y parece que firmaron todo aca:
Penny se casó hace unos años con un judío ortodoxo y ha criado a sus hijos en esa tradición. Cuando llegué me explicó un poco cómo era lo de la comida kosher, que no se mezclan ciertas cosas, que en la casa se usan ciertos platos y cubiertos para carnes, y otros diferentes para huevos y lácteos, y se lavan las cosas por separado, y las verduras no, eso sí se puede mezclar. Escuché atentamente, preste muchísima atención...y lo primero que fui a comer, chau! le erré de plato! Momia total...
Conociendo mi tendencia natural a distraerme, y con la firme intención de incrementar mi bagaje cultural y respetar las costumbres de la casa, en vez de preguntarle a Penny lo mismo por 5ta vez, ni bien mi amiga se fue a trabajar... googlé Kosher ! :D :D :D
Ahí aprendí sobre la Torah, lo de la separación de la comida, y de qué va con qué a la hora de lavar los platos.
Ademas de que me encanta aprender de otras culturas y compartir tradiciones, me imagino que si ella pudo aprender a tomar 'chupa y pase' de cedrón y menta con desconocidos, y cantar la rubia del avión en Uni, yo puedo cocinar y lavar platos a lo Kosher sin pifiarla, por al menos dos días, no?
A la mañana siguiente salí a la terraza a tomar mate. Cuando Jose se levantó, salió también y cerró la puerta....que estaba con la traba puesta. Nos quedamos afuera!!! A las 8 am, en pijama y sin calzones. Penny se había ido a trabajar a New York por el día.
A medida que pasaban los minutos y subía la temperatura, nos poníamos cada vez mas ingeniosos. Finalmente, logramos abrir una ventanita y pasar a Jose, que con sus 16 kg saved the day!
Yo terminé mi mate y Jose -- mi hijo mulato nacido en Salem la ciudad de las brujas, de madre argentina, padre dominicano, apellido alemán y pasaporte estadounidense, criado comiendo pulpo en el caribe de México, asado en los vientos de Bahía Blanca , tostones en las playas de República Dominicana y comida orgánica en sunny California-- tomó su desayuno Kosher y nos fuimos a pasear.
Fuimos a una casa y su jardín transformados en un lugar infantil, donación de una familia en memoria de su hijo fallecido. Un lugar increíble, tanto dentro como fuera de la casa, con juegos , actividades y juguetes, y arboles y verde por todos lados. Lo mas increíble es la falta de termostato que tienen los nenes de cualquier nacionalidad y color, evidentemente.... De respirar nomas, uno que es adulto se deshidrata a la sombrita....y estos chicos corriendo como energúmenos por todos lados, a la 1 de la tarde, felices. Impresionante.
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Continuamos el paseo por la orilla del Delaware,
donde está el Irish Memorial, una escultura en memoria del millón de irlandeses que murieron en su pais en la hambruna de 1845-1850 y del otro millón que se vieron forzados a emigrar a los EEUU.
Las palabras de Martin Luther King en su carta desde la Carcel de Birmingham , en las paredes del Constitution Center:
(La injusticia en cualquier lugar es una amenaza a la justicia en todos lados. Estamos entretejidos en una red de relaciones mutuas de la que es imposible escapar, hilados en una misma pieza del destino. Lo que afecta a uno directamente afecta a todos indirectamente)
Hay muchas cosas de la historia de los Estados Unidos que me emocionan, y no sé bien por qué. No es la misma emoción --porque como esa no hay-- que ganar un mundial, los mates con los amigos , la semana del estudiante o la Legui en el Club.
Es otra cosa.
Algo de la mezcla de nacionalidades , etnias y culturas que han formado esta nación despierta mi curiosidad y me toca el corazón. Es esa extraña alquimia de historias personales e historia colectiva que hacen de este país un lugar donde cada uno puede inventarse la propia.
Es la misma fuerza que tienen aquí al combinarse, tanto la memoria común del hambre de un millón de irlandeses (y el de tantos otros inmigrantes) , como la personalidad, el destino individual y las palabras de un solo hombre: "I have a dream'.
País de tradiciones conservadoras y memorias de independencias, donde los hispanos recién llegados celebran el mismo Thanksgiving de los primeros colonos ingleses puritanos, mientras bailan salsa. Donde, no importa de que país vengan, todos festejan con barbecue el 4 de julio...y de paso con margaritas el 5 de mayo! Donde pareciera que fuera cierto que cualquiera puede empezar mil veces de cero y soñar con lo que quiere lograr. Donde yo llegué, y empecé a entender mejor y valorar de dónde vengo, y a darme cuenta de lo que todavía me falta por conocer del mundo... y de mí misma.
Y donde es fácil entender que no fue casual sino necesario que mi hijo haya nacido aquí para poder ser quién es y cómo es.
Van fotos y comentarios del paseo por Philadelphia.
Van también besos y abrazos para aquellos viejos amigos con los que comparto recuerdos y tradiciones, y para los más recientes con los que estamos inventando nuevas memorias.
:)
(Y una dedicatoria especial a aquellos que tuvieron la suerte de conocer a Penny, pachanguear en un asado de los de agronomia, o tomarse un Gancia en el Club)